Con el verano meteorológico llegan también las hordas de turistas que primordialmente bajo la influencia de demasiado alcohol generan semanalmente e incluso diariamente titulares en Alemania. Es que los temas relacionados con Mallorca se venden bien. Ésto demuestra no solamente la presencia de un reportero del tabloide „Bild" que se ocupa exclusivamente de lo que ocurre en la Playa de Palma, reuniendo anécdotas y a veces convirtiéndose a sí mismo en tema de un artículo. También la portada actual del semanario „stern" de alguna manera da risa: Se trata de una declaración de amor a una isla paradisíaca que los autores dicen haber descubierto nuevamente. Ésto se diferencia claramente de la portada de hace dos años que trataba de los „lados oscuros de la isla de vacaciones" y asustaba a los políticos locales.

Claro, uno puede entender perfectamente que ellos se preocupen por la imagen de la isla, pero quizás deberían dejar de lado la creencia equivocada, según la cual ésta misma es una creación de los reportajes en ciertos medios. Los políticos tenían que experimentar el pasado año que los medios son absolutamente impredecibles. La ordenanza cívica que también había sido decretada para el bien de los turistas, fue interpretada por uno u otro periódico como ataque personal contra los visitantes germánicos. Y en realidad no ha cambiado nada de la situación general.

En la Playa de Palma muchos siguen bebiendo hasta o precipitarse loco de amor del segundo piso de un hotel contra un parabrisas. O hasta sumergirse en una inconciencia tal que se olvida decir adiós al amigo que está todavía en al agua, alarmando a las fuerzas de salvamento. O hasta dejarse robar por un sujeto que habla alemán (!) y que se hace pasar por recaudador de deudas. No importa lo que escriban periodistas o lo que hagan políticos, los turistas extranjeros en Mallorca siguen siendo fieles a la isla y a sí mismos. En lo bueno y en lo malo.