Y a partir de Pentecostés los turistas caerán del cielo como agua de mayo. En Mallorca está aumentando la preocupación por la masiva llegada de visitantes que se anuncia para el verano. Algunas noticias de la semana pasada: en Pollença comienzan a escasear los alojamientos para los empleados temporales por el alquiler ilegal a los turistas. Valldemossa proyecta restricciones en los caminos públicos para los senderistas. El presidente del turoperador Tui advierte que este año no todos los que quieran venir a Mallorca podrán hacerlo. Y en el centro de Palma aparecen pintadas de un único agitador - su letra lo delata - que manda al diablo a los turistas. Y eso que apenas estamos a mediados de abril y los veraneantes ni siquiera han llegado. Todo ello se puede ver como histeria, recordando además que muchos de los visitantes que se anuncian son "prestados" de otros destinos que se han vuelto inseguros. Y también se puede ­remarcar que no le sienta bien a una isla, que tan solo por el turismo se ha vuelto tan rica como es, quejarse ahora de lo que considera un exceso de visitantes. Pero estos argumentos se quedan cortos. En primer lugar, porque la situación en el Este del Mediterráneo no tiene visos de mejorar a corto plazo. Y segundo, porque el incremento de la demanda de vacaciones en Mallorca dura ya algunos años y crea problemas reales. Aunque difícil de cuantificar con exactitud, sí existe un límite a partir del cual la afluencia conlleva más perjuicios que beneficios, y está fuera de toda duda que este límite al menos en el verano se ha alcanzado. Habida cuenta de que las fuerzas del mercado se han desatado, se requiere gestión política. Y he aquí la buena noticia: el personal que actualmente está al mando es el propio para estas tareas. Ecotasa, regulación del alquiler vacacional, restricciones al acceso a paisajes sensibles: todo ello apunta en la dirección correcta. No se resolverán de la noche a la mañana todos los problemas, pero bajo la presión se encararán de una manera más decidida. Así, la gran afluencia de turistas este año tiene también su parte positiva.