A Biel Barceló le pasa algo parecido que al aprendiz de brujo de Goethe: "Al genio cruel, llamé y no sé ahora liberarme de él!". Así podría también exclamar desesperado el conseller de Turisme ante la avalancha de turistas que este verano se espera en Mallorca. Y eso que no ha sido él quien los ha llamado. El que vengan tantos turistas tiene que ver con la situación geopolítica, con la ampliación de la oferta de vuelos y el hecho de que todavía haya camas para tanta gente. Miles de apartamentos y alojamientos privados se han sumado a la oferta y también nuevos hoteles: en el Hyatt de Canyamel a partir de junio se dispondrá de 284 camas adicionales.

"Esto es turismo, esto no se puede parar", comenta el dueño de un bar en nuestro "Report" (pag. 4-5), y tiene razón: limitar la llegada de turistas sería incompatible con la libre circulación de personas, como hace tiempo ha tenido que admitir también Biel Barceló. Y las aerolíneas, que en una isla tienen la sartén por el mango, no obedecen al Govern balear sino a las leyes del mercado, los de la oferta y la demanda. Las limitaciones puntuales de acceso a través de medidas de protección al medio ambiente, como las proyectadas ahora en Es Trenc, solo trasladan el problema. Porque las masas de turistas allí están. Si no se bañan en una playa lo harán en otra.

La nueva tendencia hacia la contratación de paquetes vacacionales individualizados, dentro de la cual también los huéspedes de hoteles de tres estrellas de la Playa de Palma con frecuencia alquilan un coche para visitar playas más apartadas, hace lo suyo. Una vez conjurados, los genios no se quedan en su guetos turísticos, sino que revolotean por toda la isla. Encausarlos solo es posible con una clara limitación de la oferta de plazas. El proyectado cambio legislativo, según el cual no se pueden abrir nuevos hoteles boutique o complejos de lujo sin prescindir de otras plazas, es el primer paso en la dirección correcta. Aunque a no pocos mallorquines no les haga mucha gracia, el próximo ha de ser una estricta limitación de viviendas vacacionales particulares.