El Parc Bit de nuevo está en auge. Por suerte. El número de empresas con sede en este pequeño Silicon-Valley de Mallorca ha aumentado un 17 por ciento desde julio de 2015 (págs. 4-5). En primer lugar, este desarrollo positivo obedece al muy animado clima empresarial posibilitado por la recuperación económica en España. Pero esto no es todo. La política de apoyo a los emprendedores practicada tanto por el actual Govern de izquierdas como por la anterior administración del Partido Popular ha posibilitado el resurgimiento. Dado que el Parc Bit siempre ha obtenido dinero público, los jóvenes emprendedores con ideas innovadoras allí han podido aprender a caminar solos en los últimos años. Hoy por hoy están en condiciones de crear empleo para trabajadores altamente calificados.

Así sucede con el gestor de redes de móviles Wireless DNA liderado por José Mañas Jiménez que pretende más que triplicar su plantilla hasta el año que viene. O con la empresa Travel Compositor que ha ideado una software que permite reservar rápidamente paquetes de viajes. Casi no transcurre una semana sin que se contrate a un nuevo trabajador.

Todo ello demuestra que vale la pena que los partidos políticos, más allá de sus diferencias, se pongan de acuerdo en determinados temas. Si bien el apoyo sostenido a estos emprendedores no haya podido impedir los tiempos difíciles para el Parc Bit durante los años de crisis, evitó su colapso. Ahora la decisión de ambos Governs de apoyar a las jóvenes empresas da su frutos. Y quizás sea posible mediante las proyectadas campaña publicitarias animar aún más este futurista y bullicioso paisaje de oficinas, desconocido por muchos en el extranjero. Probablemente también emprendedores alemanes se dejen atraer hacia Mallorca. Una mejor calidad de vida que por ejemplo en Hanover aquí la tendrán, desde luego.