El último capítulo sobre la financiación del túnel del Sóller no está escrito aún. El primero, sin embargo, qué duda cabe, se parece más a un manual de delincuencia económica: tómese un político corrupto y adjudíquese las obras públicas millonarias a un empresario afín. Ese a su vez invertirá unos cuantos millones (antiguas pesetas, se sobreentiende) para la reelección de su amigo político y otros cuantos millones en su fundación privada (nunca olvidarse del retiro). Vale, los izquierdistas lo descubrirán, lo denunciarán y hasta lo comprobarán. Pero todo prescrito y ya está, ¡pan comido! Todos aquellos millones fueron pagados por los contribuyentes insulares.

En el segundo capítulo de la financiación del túnel los que pagan la factura son los mismos: los habitantes y visitantes de la isla. En las negociaciones sobre la concesión del túnel pareciera que los populares no se tomaron demasiadas molestias en defender los intereses de los por ellos representados. Solo así se entiende que décadas después una ida y vuelta al valle de Sóller cueste diez euros. ¿Quiere usted aprender unas cuantas palabrotas en mallorquín? Es tan fácil como entrevistar a unos padres bunyolines sobre el asunto. Sus hijos suelen visitar el instituto al otro lado del carísimo paso a Sóller. Para cada reunión escolar, cada fiesta del instituto y cualquier cumpleaños de un compañero de curso los padres tienen que ir en uno de los diez mil coches que pasan diariamente por el túnel.

Ahora el Consell Insular - actualmente en manos de la izquierda - reclama para si el papel de héroe de esta historia, recuperando la gallina de los huevos de oro de las garras empresariales. El titular del nuevo capítulo ya está redactado: "Túnel gratuito para todos a partir del 2017". Solo es de esperar que en los párrafos siguientes no tendremos que leer algún día que los políticos nuevamente malgastaron millonarias sumas de dinero público, esta vez en indemnizaciones, solo para lograr este precioso titular tan propicio a la reelección. En tal caso, mejor que no haya héroe.