Cuando los políticos isleños hablan en sus discursos del enorme potencial de la movilidad eléctrica, suelen toparse con una dificultad importante en sus argumentos: La luz no emana del enchufe sin más. En Mallorca depende en gran medida de la central térmica de carbón de Es Murterar. Y tampoco el cable eléctrico instalado hace años entre la isla y la península ha cambiado el hecho de que la vieja central siguiera funcionando a pleno rendimiento.

Ahora por fin el Govern balear afronta el problema del suministro energético de las islas y presenta un plan para apagar la central contaminadora de Alcúdia. Con la ayuda de la Unión Europea y un poco de habilitad negociadora, una parte de la central se desconectará de la red en 2020. Es sólo un primer paso, pero resulta decisivo. A la vez, el Govern se enfrenta a las políticas del gobierno central y de la exmopolista Endesa. Si hasta ahora sólo se hablaba de tener que fomentar la energía solar, las medidas por fin van dirigidas directamente contra Es Murterar y sus hermanas sucias en las islas vecinas.

Los argumentos para mantener la central resultan obsoletos desde hace tiempo. Empezando por el problema resuelto del suministro: La isla del turismo que necesita tanta energía puede disponer del cable eléctrico que viene de la península. También las islas vecinas se están conectando, y centrales más eficientes no están trabajando a plena capacidad. Siguiendo con el problema de los costes, la energía solar resulta cada vez más barata, a pesar de las subvenciones altas para el carbón y las primas recortadas en el sector fotovoltáico español. Y tampoco el argumento de los puestos de trabajo vale: la disminuición se ve compensada por el aprovechamiento de centrales alternativas y sobre todo por el potencial de la energía fotovoltáica en el mercado laboral.

Pero como pasa con muchos otros temas, el Govern tiene que afrontar una prueba de fuego - varios proyectos están en preparación, la puesta en marcha hace esperar, y el tiempo avanza. Es la hora para una auténtica hazaña en la política energética.