Vuelta a la normalidad
Cuando en septiembre empieza el nuevo curso escolar, los españoles hablan de la ‚vuelta al cole‘. Pero también son muchos los empleados que vuelven al trabajo después de un largo agosto en el que el mundo laboral en España se suele tomar un descanso por el calor. La cotidianeidad vuelve a coger ritmo. Y esta vez en un doble sentido: después de los eternos altibajos de las cifras del covid y la maratoniana campaña de vacunación, parece imponerse la nueva normalidad prometida hace ya más de un año.
A propósito de los colegios: los planes de la enseñanza a distancia se han vuelto a guardar en el cajón y allí deberían quedarse. En el mundo laboral, se está consolidando una mezcla de trabajo presencial y teletrabajo: los que se quedan en casa no lo hacen tanto por miedo a infecciones, sino por razones pragmáticas. El sector turístico en Mallorca se ha librado de la etiqueta de zona de alto riesgo, viajar con certificado covid resulta cada vez más rutinario, los optimistas esperan incluso un gran otoño. Y también el sector de la cultura se mueve: dentro de poco vuelven a abrir los cines que hasta ahora estaban cerrados, la Nit de l‘Art en Palma espera muchos visitantes. En suma, algo así como normalidad. De la que sabemos, sin embargo, lo frágil que es. Las reticencias a la vacuna también se hacen notar en Mallorca, las variantes del virus son motivo de preocupación. Y en retrospectiva sabemos también que alguna restricción se levantó demasiado pronto. Ni euforia, ni pánico, sino mente fría.