Un Parque Nacional está bien. Un Parque Nacional ampliado es aún mejor. Que el gobierno balear quiera ampliar la protección del archipiélago de Cabrera es una buena noticia. Más aún si la creación del Parque Nacional en 1991 ha resultado ser muy positiva para su flora y fauna. En los primeros 20 años de su existencia, las poblaciones de aves marinas y peces se han recuperado a buen ritmo, según un balance presentado por la dirección del Parque hace algunos años.

Sucede, sin embargo, que no basta con un acto formal y una nueva delimitación de los linderos. Da igual si la extensión del Parque Nacional de Cabrera en el futuro es de 20.000 o incluso de 90.000 hectáreas: lo que en realidad resulta decisivo es ante todo qué es lo que se hace en el área protegida. Y qué no. En la época en la que se redactó el mencionado balance, había una patrulla que rodeaba dos veces al día el archipiélago para controlar la estricta regulación de la pesca artesanal. En 2012, se despidieron las tres personas que piloteaban estas lanchas. Y esto solo ha sido una de las muchas medidas de ahorro que ha sufrido Cabrera: debido a la falta de personal de vigilancia, los barcos fondean ilegalmente en la pequeñas bahías del archipiélago destruyendo la posidonia; la pesca pirata se considera un delito de caballeros; y la plantilla del Parque ha sido recortada al igual que los medios para la protección de las especies y la investigación. De ahí que para un Parque Nacional mayor se requiera ante todo: más dinero. Y el gobierno balear ha de valerse también de una segunda palanca: el nuevo Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) de Cabrera, aprobado por la dirección del Parque en abril. Los ecologistas del Gob y de Oceana, con representación en este gremio, se negaron a ello, porque el borrador, entre otras cosas, prevé un mayor uso en materia de ocio, deportes náuticos y excursiones. El conseller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, que ahora tiene que decidir sobre el PRUG, ha de hacer otro tanto en aras de la protección de este espacio marítimo-terrestre.