Es ist ein veritables Trauerspiel, was man in vielen Urlauberhochburgen auf Mallorca in den Souvenir-Shops angeboten bekommt: die immer gleichen Fächer mit Spanien-Flagge, alle möglichen meist sinnlosen Accessoires mit aufgedruckten Stier-Emblemen oder – für alle, die noch weniger Hemmungen haben – Holzpenisse oder Schürzen mit entblößten Brüsten und einer Mallorca-Landkarte.

Da fällt die Auswahl tatsächlich schwer, welches Produkt am geschmacklosesten ist. Ganz davon abgesehen, dass Fächer und Stiere eher für das spanische Festland als für die Balearen stehen. Daneben finden sich Produkte in den Auslagen, die wie von hier scheinen: Schuhe, Hüte, Keramik oder Perlen. Aber viele von ihnen sind billige Imitate, häufig aus Asien.

Doch es gibt sie, die Kunsthandwerker und Betriebe, die tatsächlich authentisch mallorquinische Souvenirs herstellen. Bei ihnen lohnt es sich wirklich, einzukaufen, wenn man den Liebsten ein Stück Mallorca aus dem Urlaub mitbringen möchte. In Zeiten, in denen viele Touristen vor allem darauf aus sind, im Urlaub Land und Leute zu erleben und mit der lokalen Kultur in Berührung zu kommen, sollte es sich verbieten, Imitate oder komplett beliebige Souvenirs zu erstehen.

Das wäre einmal mehr ein kleiner Schritt hin zum viel zitierten Qualitätstourismus auf Mallorca. Natürlich wollen wir hier niemandem vorschreiben, welche Andenken er oder sie zu kaufen hat. Aber mit ihrer Wahl zeigen Urlauber, ob sie wirklich an Mallorca interessiert sind – keine unwichtige Geste in der derzeitigen Overtourism-Debatte.

Es una auténtica tragedia ver lo que se vende en las tiendas de souvenirs en muchos lugares turísticos de Mallorca: los mismos abanicos de siempre con la bandera de España, todo tipo de accesorios, en su mayoría sin sentido, con emblemas de toros impresos o, para los que tienen aún menos inhibiciones, penes de madera o delantales con pechos desnudos y un mapa de Mallorca.

Es realmente difícil elegir qué producto es el más desagradable. Por no hablar de que abanicos y toros son más representativos de la España peninsular que de las Islas Baleares. Además, en los expositores hay productos que parecen ser de aquí: zapatos, sombreros, cerámica o perlas. Pero muchos de ellos son imitaciones baratas, a menudo producidas en Asia.

Pero sí que existen los artesanos y negocios que de verdad producen auténticos recuerdos mallorquines. Realmente vale la pena comprar en ellos si quieres llevar a tus seres queridos un trozo de Mallorca. En un momento en que muchos turistas sobre todo están interesados en conocer el país y su gente durante las vacaciones y en entrar en contacto con la cultura local, debería prohibirse la compra de imitaciones o de recuerdos completamente arbitrarios.

Esto supondría, una vez más, un pequeño paso hacia el tan cacareado turismo de calidad en Mallorca. Por supuesto, no queremos decirle a nadie qué recuerdos debe comprar. Pero con su elección, los veraneantes demuestran si están realmente interesados en Mallorca – un gesto relevante en el actual debate de masificación turística.