Es posible que el carril VAO en la autopista del aeropuerto necesite mejoras. A veces, los vehículos no pueden cambiar al carril especial desde la entrada a la autopista: una línea continua lo prohíbe. Además, según el Consell, el número de accidentes ha aumentado casi un 100 por ciento en los siete primeros meses de este año en comparación con el mismo periodo del año pasado, desde que se estableció el carril en la Ma-19. Es más, aproximadamente la mitad de los usuarios de autobuses urbanos renuncian a utilizar el carril VAO cuando viajan por esa ruta.
Con todos estos datos que el Consell dirigido por el PP esgrime ahora contra el carril VAO, no hay que olvidar que el carril fue y es, por desgracia, principalmente un punto de discordia ideológica entre las fuerzas conservadoras y progresistas de la isla, y que una de las promesas centrales de la campaña electoral del PP fue suprimir este carril. El buenhacer detrás de esto se pierde completamente en la polémica pública sobre el carril: animar a más gente a pasarse al transporte público, atraer menos tráfico individual a las entradas de la ciudad de Palma, que de todos modos están crónicamente congestionadas y por lo tanto fomentar un concepto de movilidad sostenible en vista del cambio climático. Es irresponsable y vergonzoso que los conservadores estén cortando de raíz los tímidos inicios de un cambio de movilidad en Mallorca. En muchos países europeos, una política de transporte con visión de futuro no es una cuestión de izquierdas o derechas.