Meinung | Kommentar

Habenichtse, Ganoven, Geierfonds: Okupas auf Mallorca erinnern an "Dreigroschenoper"

Das seit Jahren ungelöste Problem der Hausbesetzungen auf Mallorca lässt MZ-Chef Ciro Krauthausen in diesem Kommentar an Bertolt Brecht denken

Von der Polizei in Palma de Mallorca festgenommene Hausbesetzer.

Von der Polizei in Palma de Mallorca festgenommene Hausbesetzer. / Guillem Bosch

„Denn die einen sind im Dunkeln / Und die andern sind im Licht / Und man sieht nur die im Lichte / Die im Dunkeln sieht man nicht“, heißt es bei Bertolt Brecht. Wie in der „Dreigroschenoper“ hat sich auf Mallorca eine Unterwelt aus – bleiben wir einen Moment im brechtschen Duktus – Habenichtsen und Ganoven gebildet, die unter oft erbärmlichen Umständen mit ihren Kindern von einer Behausung in die andere ziehen und sich nicht groß darum scheren, dass sie damit gegen Gesetz und Eigentumsrechte verstoßen.

Die als sogenannte okupas ganz unten auf der sozialen Skala rangieren und sich dort oft auch eingerichtet haben mit ihren eigenen Wirtschaftskreisläufen, Wertvorstellungen, Gesetzmäßigkeiten. Die von den Nachbarn gefürchtet, mitunter aber auch toleriert werden. Und die sich heutzutage vor allem in Wohnungen und Häusern breitmachen, die Banken, Immobilien- und „Geierfonds“ gehören (wieder Brecht: „Was ist der Einbruch in eine Bank gegen die Gründung einer Bank?“).

Es gibt sie in vielen, vor allem den ärmeren Stadtvierteln und Gegenden der Insel, und sie erhalten fortwährend Zulauf, von Menschen, die sich keine Wohnung mehr leisten können oder auch gestrandeten Migranten, die nicht mehr wissen, wohin auf der Insel. Sie sind Opfer der „Verhältnisse“ und als Gesetzesbrecher zugleich Täter.

Und das geht schon seit vielen Jahren so. Weil es keine einfachen Lösungen für den Umgang mit ihnen gibt, sicher. Vielleicht aber auch, weil die „im Lichte“ sich nicht genügend darum bemühen, Lösungen zu finden. Schließlich sehen sie d„im Dunkeln“ ja zumeist nicht.

Übersetzung ins Spanische

Desharrapados, malhechores y fondos buitre: "La ópera de los tres centavos" con okupas en Mallorca

El desde hace años irresuelto problema de las ocupaciones ilegales hace pensar al director de Mallorca Zeitung en palabras de Bertolt Brecht en este artículo de opinión

Porque unos están en la oscuridad / y otros en la luz / y sólo ves a los que están en la luz / y no ves a los que están en la oscuridad“, escribía Bertolt Brecht. Como en „La ópera de los tres centavos“, en Mallorca se ha formado un submundo –quedémonos por un momento con la terminología brechtiana– de desharrapados y malhechores que se trasladan de una vivienda a otra con sus hijos, a menudo en condiciones miserables, sin que les importe estar infringiendo la ley y los derechos de propiedad (pp. 4-5).

Como okupas, se encuentran en lo más bajo de la escala social y a menudo se han establecido allí con sus propios circuitos económicos, valores y reglas. Son temidos por sus vecinos, pero a veces también tolerados. Hoy en día, ocupan sobre todo pisos y casas propiedad de bancos, fondos inmobiliarios y fondos buitre (Brecht, de nuevo: „¿Qué es robar un banco comparado con fundarlo?“).

Malviven en muchos barrios y zonas de la isla, sobre todo en los más pobres, y sus filas se engrosan constantemente con la llegada de personas que ya no pueden permitirse una vivienda o de inmigrantes varados que ya no saben adónde ir en la isla. Son víctimas de las „circunstancias“ y, como infractores de la ley, también victimarios.

Y todo ello ocurre desde hace muchos años. Porque no hay soluciones fáciles para tratar con ellos, es cierto. Pero quizá también porque los que están „en la luz“ no se esfuerzan lo suficiente por encontrar estas soluciones. Al fin y al cabo, no suelen ver a los que están „en la oscuridad“.